Desde hace unos meses se ha desatado la polémica en torno a la Sociedad General de Autores, sobre el cobro indebido o no de los derechos de autor. No entraré en ella, pero sí me gustaría dar mi punto de vista y matizar algunos aspectos.
No creo que haya que pagar a las gaes por poner la radio en una barbería, supongo que ya pagará la emisora de radio. Ni habrá que pagar por enseñar cómo se hace un comentario de texto a los alumnos de bachillerato, como irónicamente apuntaba un profesor.
Lo que está en juego, según mi opinión después de haberlo debatido con más de un artista, es la creatividad en las diversas formas de arte. La gente no valora, en su mayoría, la creación. Me da la impresión que la sociedad da por supuesto que debe de existir sin más. A casi nadie le preocupa, lo más mínimo, que mientras él se está divirtiendo: tomando una copa o en una celebración o en la playa o en la piscina o visitando un museo o una exposición…, en infinidad de sitios donde se puede escuchar o contemplar el hecho creativo, ha existido gente que ha creado, con su arte, ese acompañamiento a una situación de ocio que hace que su entorno sea más agradable.
Sería bueno que pensáramos qué pasaría si los creadores dejaran una temporada, dos o tres meses, sin trabajar en ese proceso. Si durante este tiempo no hubiera: cines, teatros, música, espectáculos, circo, museos…etc. La vida. Sin duda, sería diferente. Más triste, seguro. No damos valor a la creatividad. No entendemos que muchos, muchos artistas sólo pueden vivir de su trabajo. Deberían estar atendidos por la sociedad, en lugar de olvidados cuando no de despreciados. Todo el que ofrece su trabajo, siempre que sea digno, debería de ser recompensado. Esos músicos callejeros o los que tocan en el metro, ¿por qué demonios no se les atiende debidamente? Están abocados al abandono. Este es el motivo de que muchos artistas tengan que malvivir o se tengan que dedicar a otras profesiones, dejando su auténtica vocación postergada a ratos perdidos, con la pérdida de creación que esto supone
Hace unos días saltó la noticia en Badalona: al parecer el equipo de fútbol de esa localidad había encargado la creación de un himno para su equipo. Dos compositores lo hicieron. Uno de ellos cedió sus derechos de autor al club, pero el otro haciendo usos de sus derechos inscribió el himno en la Sociedad de Autores. Pues bien está sociedad reclama al club de Badalona unos miserables euros cada vez que suene su himno en el estadio, como pago de derechos de autor. ¡Pues, claro! Sólo tienen dos alternativas: pagar o que su afición no escuche el himno. Han optado por esta última. Me pregunto: ¿para qué coño lo encargaron? El que no quiera pagar que compre los derechos de autor, como hizo en su día Michael Jackson con la discografía de los Beatles.
Hola Rafa, parece cómo si nos hubiéramos puesto de acuerdo en publicar sobre el mismo tema. Nadie dice de no valorar la creatividad, ni de no ayudar a los músicos callejeros, ni en no pagar pagar la creatividad y el esfurzo. Lo que no puede ser es que si yo me compro un libro y lo dono a una biblioteca regalado, que la biblioteca tenga que cobrar dinero a los lectores cada vez que preste el mismo libro. Es un abuso. Y lo peror es que los que están detrás del canón son los que está forrados. Sampedro es un buen escritor y galardonado y es él, el que ha escrito ese manifiesto que subí. Para mí está libre de toda sospecha. Y los del club del Badalona supongo que harían un contrato antes y si no lo hicieron mal hecho. Si yo me pongo de acuerdo en comprarte tu publicación y me la vendes, puedo hacer con el lo que me plazca y lo que no puedes es chantajearme el resto de tus días, ni a los que se lo he regalado. Ya pagué mis impuestos.
ResponderEliminarO sea leyéndote tienes tus razones. Lo que hace falta es regular esto y no salir a saco y a traición a sablear a todo quisqui a toro pasado.
Un abrazo
Hola Katy:
ResponderEliminarMe alegra discrepar en parte. Los de las gaes son unos impresentables, y tienes toda la razón en lo que dices sobre los que están detrás del canon que son los que se forran. Por poner un ejemplo no es lo mismo escuchar el himno del Badalona que el del R.Madrid ante 80.000 personas, y es incomprensible que haya que pagar por leer libros. Pero sí es cierto que existen miles de creadores que no ven un duro y que su única posibilidad de supervivencia es recibir dinero por su trabajo. Lo sé muy bien porque me toca de lleno:mi hija es actriz y no hace más que ensayar y ensayar para ofrecer con su pequeña compañía "Simbiontes" (espacio para la publicidad) un buen producto, que desgraciadamente apenas llega al público porque no tienen medios económicos para publicitarlo. Desde luego estoy de acuerdo contigo ,hay que regular debidamente este desatino, porque creo que sin gente que todos los días nos de motivos de alegria con sus creaciones estamos perdidos como personas. Un abrazo y feliz semana.