Nos anunciaron que: ¡Hoy, 21 de abril del 2001, se proyectaría el esperado cortometraje filmado por Nicolás, Rodrigo y David, los tres mosqueteros de la actual cinematografía independiente! Tras once meses de montaje el pre-estreno estaba a punto de realizarse. Localidad: el pueblo donde fue rodado. Villafruela (Burgos) sería el lugar del acontecimiento. El título lo dice todo:
“SÓLO ES QUERER”
Cómo no te voy a querer. Un día os dije que lo que se empieza hay que terminarlo, si no pierde todo su valor. Y habéis cumplido con creces. Sé que os ha costado horas de trabajo: a Nicolás como guionista y director, a Rodrigo como cámara y músico, y a David como director de arte. Gracias a los tres por el enorme esfuerzo. El resultado: un corto magnífico que habla sobre todo de amor. Un amor plasmado en imágenes, sin palabras; acariciado por una suave música de piano (creada por Rodrigo para este film) que envuelve toda la sencilla y auténtica trama. Un corto que no olvida la pasión de uno de los protagonistas y a través de la cual conseguirá lo que desea en el transcurso de su viaje por la vida: el amor de una mujer. Mientras que la protagonista irá rebelando con su mirada, con su actitud de total entrega, a lo largo también de su vida, el amor hacia el hombre, hasta llegar, también ella en su viaje interior a la mayor prueba de ese amor simplificada en una simple frase. No se puede explicar mejor una relación en tampoco tiempo y de una forma tan audaz y verdadera.
Cómo no te voy a querer. Estuvimos rodeados de buenos, muy buenos amigos : Miguel Ángel y Choni, MariVi y Kiki (ayudantes de producción del cortometraje), Marian, Pili, Merche, Ángel y Marian, Marga y Rick, María de los Ángeles y José Enrique, Teresa e Ignacio; todos ellos junto a mis hijos Susana y Nicolás y mi esposa que le tocó hacer de anfitriona, como siempre. Al mor de la lumbre, como se dice en aféreis por este lugar. Todos ellos compartieron con nosotros los intensos nueve minutos del cortometraje. Nueve minutos que no tuvieron nada que ver con el tiempo real, pues sólo cuando se visiona la película por segunda o tercera vez se tiene la certeza de que efectivamente han pasado nueve minutos desde su comienzo. El tiempo a veces se comporta de forma extraña para quien lo vive con intensidad. Depende, sin dudad, de la necesidad que hagamos de él.
Cómo no te voy a querer. Todo salió bien. El cortometraje en su pre-estreno ha gustado; se notaba en los ojos, más allá de la amistad. Ahora falta su puesta de largo en Madrid para ver si hay suerte y se cuela en algún festival de esta modalidad de cine. Seguro que sí; el entusiasmo de los creadores así hace suponerlo.
P.D. Cómo no te voy a querer. Algunos madridistas sí entienden por qué he colocado en estas fechas esta frase.