Poco suponía Javier Cortés, agricultor palentino, que al chocar la reja de su arado contra lo que él pensaba que sería una roca, iba a sacar a luz la verdad sobre el griego Aquiles.
Era una mañana limpia de nubes, el cielo azul como sólo en Castilla se ve. Frío, a pesar de estar en la estación veraniega: es 5 de julio de 1968. El viento helado, a aquellas tempranas horas de la mañana, baja desde los colindantes Picos de Europa y se enfila por el páramo donde Javier poseía sus tierras de labranza. Javier sabe que a media mañana el sol comenzará a calentar y que a primeras horas de la tarde el calor puede ser sofocante –si amaina el viento se dice-; también sabe que en esas tierras, todos, todos los días del año hay invierno.
Su viejo tractor trabaja los campos: es época de recoger la cosecha de cereal. La reja parece tropezar en una roca y no se mueve por más que Javier dé marcha atrás y lo intente de nuevo. El arado se para en el mismo punto. Baja del vehículo y ayudado con una pala cava junto a la reja: encuentra lo que parece un muro. Curioso por ver de qué se trata continúa por la línea que le va marcando aquel asentamiento hasta ir descubriendo lo que en principio es sólo un cuadrado con una especie de entrada. ¿Una habitación?
Javier acompañado por familiares y vecinos de Pedrosa de la Vega, irá, en años sucesivos, limpiando la zona hasta ir descubriendo muros que parecen separar estancias; destapará pasillos, basas de columnas; saldrán a la luz vasijas, adornos, monedas, trozos de cerámica… y hallará figuras policromadas en los suelos de las habitaciones. Mosaicos perfectamente conservados.
Sabedor de que se trata de un maravilloso descubrimiento y entendiendo que el mismo sobrepasa sus límites de conocimiento, opta, inteligentemente, por ceder sus terrenos a la Diputación Provincial de Palencia.
“Grecia está en guerra con Troya, por la huida de Elena, esposa del rey Agamenón, con el troyano Paris. El griego Ulises busca desesperadamente a Aquiles que se ha escondido en el palacio de Licomedes, rey de Skiros, pues sabe que sin la espada del bravo guerrero no conseguirán conquistar la ciudad de Troya, cuyas murallas parecen indestructibles. Ulises se disfraza de mercader para lograr entrar en la corte. Es recibido por Rea esposa del rey, que observa con atención las mercancías que le presenta el griego.
La ninfa Tetis de Tesalia, madre de Aquiles, sumergió a su hijo en las frías aguas de la laguna de Estigia para lograr su inmortalidad. El único punto que no fue bañado fue el talón izquierdo del niño sujeto por su madre al introducirlo en la laguna. Su zona vulnerable.
Tetis en confrontación con su esposo Peleo, lleva a Aquiles a Skiros, ante la inminente guerra entre griegos y troyanos, pues sabe por la profecía del adivino Calcas que Aquiles morirá en la toma de Troya. Las cortesanas con la ayuda de Rea y Tetis disfrazan a Aquiles, ¿el valeroso guerrero?, de mujer para que pase desapercibida su presencia. De esta guisa nuestro héroe vive los placeres de la vida palaciega y se deja seducir por más de una de aquellas doncellas. Ulises se entera de su paradero y va en su búsqueda; se disfraza de mercader y urde un plan al ofrecer sus mercancías: perfumes, collares, adornos…y una armadura. La única “doncella” que se entusiasmó con el arma fue Aquiles. Descubierto por Ulises, Aquiles acudirá a la guerra contra Troya. Paris le dará muerte disparándole una flecha sobre el talón del guerrero griego.
La diosa Tetis consiguió para su hijo Aquiles la inmortalidad en el Olimpo. Aquiles ha llegado a ser en todas las culturas el fiel reflejo de la personalidad del valor (quizás menos aquella vez que se disfrazó de mujer para huir de la guerra)”.
El mosaico que representa el tema mitológico del desenmascarado de Aquiles llevado a cabo por Ulises, se puede observar en la Villa Romana de La Olmeda, descubierta por Javier Cortés, a tres kilómetros de la población de Saldaña (Palencia). Aunque no es de los mosaicos con un mejor grado de conservación, es, por su tamaño, por la escenificación y por las cacerías de animales formadas por policromadas teselas, el más importante de los descubiertos en España.
Hola Rafa:
ResponderEliminarQué bueno. Conocí la villa de olmeda hace más de 22 años y una de mis hermanas ha estado hace poco y me ha dicho que han mejorado las instalaciones., pero reconozco que me hubiese gustado tener un guía como tu, una especie de trovador de la historia..
un abrazo
Yo tambien tuve la gran oportunidad de visitar Olmedo con un amigo que vive en Saldaña, además recorrer de paso el románico palentino. El mosaico es precioso, y debo de de tener alguna foto. Un retazo de la mitología que nos traes y describes con todo detalle. Pareces mi profe de Historia.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias poe compartir la lección.
Hola Fernando:
ResponderEliminarEstuvimos el pasado domingo y se me ocurrió escribir sobre Aquiles. La verdad es que ya conocíamos esta villa romana, pero no me acordaba del mosaico, tal vez hace años no lo podían enseñar como ahora. Las instalaciones son impresionantes. Un abrazo
Hola Katy:
ResponderEliminarYa sabes que el placer es mutuo, me encanta veros pasar por aquí. Estuvimos el domingo pasado, y si hace mucho que no lo ves te sugiero te des una vueltecita pues las instalaciones son soberbias. De paso podéis comer en La Casa Torcida en Saldaña (otra maravilla del buen gusto). Un abrazo