Estamos de fiestas en Burgos; son las de San Pedro y San Pablo. Nos han venido a ver los hijos con sus parejas, los sobrinos con sus hijos pequeños, mi hermana y la abuela Isabel, la matriarca del clan (95 tacos y como si tal cosa). Todo ello significa mucho trasiego en los fogones de la cocina. Mi esposa no sabe como contentar a todos pues les hay de todas las ideas. Las mujeres tenéis el cielo ganado. Procuras ayudar en lo posible, todo el mundo lo intenta, pero el peso mayor siempre recae en las mismas personas. Bueno, por otra parte, hay mucha alegría y buen rollo. Llegar al ordenados se hace difícil, pues aunque hijos y sobrinos se hayan traído sus portátiles y el último invento: " el iPad" (toda una maravilla por cierto, hay que ver como lo maneja mi hijo, envidia da), al final todos acaban consultando el Google en éste.
Pero a lo que íbamos, hoy dos frases hechas:
- Pasar la noche en blanco.
Frase muy conocida por cierto que viene a significar: no haber dormido por el motivo que sea, insomnio, preocupaciones, ocupaciones, etc.
La frase viene de la época en que se nombraban caballeros. El futuro caballero debía de pasar la noche velando las armas (de ahí también que se diga pasar la noche en vela). Esta persona debía de llevar una túnica de color blanco.
-Salvado por la campana.
Esta frase tiene mucho significado en el mundo del boxeo. Aquel boxeador que está a punto de perder por KO. y que el tiempo del combate se acaba y suena la campana salvándole de perder momentáneamente el combate.
La verdad es que se nombra la frase desde la Edad Media. En esta época los vasos, platos, etc. eran a menudo de estaño. Este material se lleva mal con ciertos alimentos, sobre todo los que tienen cierta acidez, o con el whiski. La reacción que producía era venenosa y ocasionaba una especie de narcoléptico que dejaba paralizadas a las personas afectadas. Estas eran enterradas y se dieron casos en los que se comprobó que los difuntos no eran tales y que habían intentado salir del ataúd. Al darse estas situaciones se determinó hacer un agujero en la tapa de madera, atar un cordel en la muñeca del presunto difunto y atar el otro extremo de dicho cordel al badajo de una campana. Si el afectado "resucitaba", al verse preso movía los brazos para salir de la tumba y sonaba la campana.
Así me lo han contado.
Hola Rafa:
ResponderEliminarCurioso lo de los enterammientos con vida. En lo de los vasos y platos ya se habla en la época de los romanos de lo mismo en relación al vino. por eso se cambio las jarras de metal que contenían vino por las anforas de barro.
Un abrazo y disfruta de las fiestas.
Hola Rafa has tocado do lugares muy comunes para mi, la cocina y mi ordenador. Mientras que la primera me la dejan para mi sola, el otro lo ocupan sin piedad a pesar de portátiles ipad y demás.
ResponderEliminarConozco los dos refranes y son de uso muy común. Lo de los enterramiento lo sabía pero no que se le aplicaran ese refrán.
A mi me gusta más emplear "lo de no pegar un ojo".
Me alegro que hayas podido acceder a tu herramienta gótica.
Que sigáis disfrutando de las fiestas y de la buena compañía, aunque paséis alguna noche en blanco, que de eso no te salva ni la campana:)
Un abrazo
Hola Fernando:
ResponderEliminarEn Burgos las fiestas, aunque yo no soy partidario al cien por cien (demasiada comida y bebida), siguen conservando ese sabor a pueblo que las hace agradables; lo malo es que nos concentramos demasiada gente en los mismos lugares (las casetas de comida y bebida, parece que no sabemos hacer otra cosa). Pero bueno también hemos podido a ir a ver a Joglars (siguen siendo tremendos, no te pierdas su espectáculo actual). Un abrazo
Hola Katy:
ResponderEliminarParece que en todas las casas sucede lo mismo. De las fiestas en Burgos si que se disfruta pues aún tienen ese gustillo antiguo. No obstante son demasiados días de jarana, pero bueno hay que disfrutarlas. Un abrazo